Antes de comenzar a leer la nueva publicación del periódico Costa Visión, evocó lo que la Universidad del Norte en su revista publicó: Investigación & Desarrollo sobre el Municipio de Soledad. Era en ese tiempo el año 2006. Recordó sin temor a equivocarse el nombre de la investigación: Imaginarios Urbanos de Soledad. Con el periódico medio abierto quedó pensativo y luego nació en su naturaleza, una abstracción que dejó al descubierto apartes del comentario incrustado en el pasado: precariedad del espacio público, carencia de zonas verdes, el Museo Bolivariano no ofrece atractivo, el cementerio está abandonado. Hay un reflejo que muestra la ausencia de un proyecto político y a la vez pone en evidencia que no se ha programado ni coordinado el desarrollo armónico e integrado del territorio. La frustración deambula debido al perfecto incumplimiento por parte de los gobernantes. Absorto en su pensamiento procura dar respuesta a la relación entre la continuidad del abandono y el nombre de Soledad. Deja escapar una sonrisa irónica, pues en buena hora, le llaman mucho la atención los interrogantes que el director del periódico formula a raíz del número de candidatos al primer cargo público de Soledad. Para el comunicador social, los aspirantes conforman una especie de racimo de uvas. Ante tal apreciación, se introduce en el texto y descubre el proceso subyacente que pronuncia lentamente: Racimo…Todo fruto numeroso unido mismo tronco lo estrujo obtengo apetitoso zumo lo transformo delicioso líquido llamado alcaldía de Soledad. Termina la parodia silente e intempestivamente observa que el director a través de la convencionalidad grafemática recalca: Lo único cierto es que el inconformismo ya está reflejado. Piensa y se interroga: ¿Es inconformismo? ¡Qué tal una vaca lechera! Retira la mirada desplegando un barrido fugaz sobre el texto y musita: Ante un perpetuo abandono, ¿qué tiene Soledad para mostrar? De lejos llega un sonido melodioso que deja adormecer un verso fragmentado, los cien años de Macondo. Esto le permite llevar toda una problemática a su máxima expresión: Soledad refleja los inicios de Macondo. Para acentuar las palabras se apropia de una subjetividad cubana: prometer, prometer, y después de meter lo metido, nada de lo prometido. Lo que sí es cierto, es que todo el que aspire a la alcaldía va a encontrar que…Suspende la lectura y se dirige al lugar donde nació un poeta soledeño. Allí frente a una placa póstuma siente una energía empática. Se retira pensando en la esencia de la miseria humana. Llega a su domicilio, toma una hoja de papel y escribe:
MISERIA SOLEDEÑA.
Municipio de Soledad
a ti han desvalijado
pues has sido el más robado
y lo han hecho sin piedad.
Al no haber honestidad
ni tampoco dirigentes
que promulgan ser decentes
dentro de la corrupción
que muestra la destrucción
en un pueblo complaciente.
Lo bueno de Soledad
se centra en lo cultural
inmerso en lo sepulcral
por falta de un despertad.
Y es que la comunidad
sigue siendo el gran abono
que muestra el abandono
desde tiempos legendarios
por un grupo de arbitrarios
perpetuados en el trono.
Una vez más retoma la lectura para terminar COSECHA DE CANDIDATOS, por eso lo primero que hay que hacer es votar bien y después veremos.
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